Tras posponerse en 2024, la primera edición del festival Cridem pel Clima en La Rambleta ha cumplido las expectativas, aunque con recorrido. El cabeza de cartel del sábado sin duda alguna era Carlos Ares, pero hasta su llegada, Emilia Pardo y Bazán congregó un buen número de fieles en una sala Ram Club que ofrecía buen sonido y permitió mostrar su repertorio.
Entre conciertos, Toxicosmos y el equipo técnico no permitió ni un segundo de silencio, mientras se llenaba la sala para el plato fuerte, Carlos Ares, que consiguió reventar el aforo. Una legión de fans asistió a un recital completísimo, que abarcó tanto su primer album como temas del reciente. Concierto con todos los registros, la mayor parte de las casi dos horas con los espectadores en extasis coreando y saltando, otros momentos en un sepulcral silencio cual acústico. Broche final, cómo no, con «Peregrino».
Tras ellos vino Tenda, grupo valenciano, joven y con mucha energía que supo captar a los espectadores en todos sus temas, algunos en valenciano, algo muy de agradecer en estos tiempos que corren.
El final no pudo ser mejor, DJ Amable demostró porqué llenaban Razzmatazz con 2000 personas cada sábado, pocos son capaces de mezclar en perfecta sincronía y sentido «Escuela de calor» con «Hey Boy, Hey Girl», una sesión inolvidable que cerró a las 3 por exigencias externas, no por el público fiel que quedaba. Valencia debería contar con su residencia en una de las múltiples salas consolidadas o resurgidas últimamente.
Texto: Fernando Verdú
Fotos: Noelia Rodrigo




