Grata velada la vivida en el Espai Rambleta para asistir a la final del Concurso Vinilo Valencia 6.0, que como cada año, ofrece un espectáculo digno de mención y da la posibilidad de artistas locales valencianos puedan posicionarse en el candelero y dar luz a su trabajo y esfuerzo.
Una recompensa que año tras año la gente de Vinilo Valencia organiza con tesón y muchísimo cariño, y que la ciudad de Valencia debe agradecer y valorar sin lugar a dudas.
Hasta llegar aquí, muchas bandas se han quedado por el camino dada la inmensa calidad que atesora este certamen, y que debe servir de espejo a artistas para trabajar duro y con tesón, puesto que sí que hay recompensa a su trabajo, y gente como Vinilo Valencia lo hace posible, contando además con la inestimable colaboración de un especializado jurado, que cada año lo tiene más difícil para elegir entre las propuestas presentadas.
La noche comenzó con Chloe´s Clue sobre el escenario Ram Club de La Rambleta, cuando el público aún estaba empezando a llenar la sala. Raquel Adalid acompañada de Cayo Belleveser al bajo y Chema Fuertes a la batería fue desgranando los temas de su primer trabajo «Hidden Rhythms», un disco que se caracteriza por las melodías suaves y frágiles en apariencia, pero que Raquel defiende con fuerza sobre el escenario. Entre las canciones más aplaudidas por el público destacaron «Michael, Rum Is Not Good» con sabor sixties, el ritmo alegre de «Hats» o el acompañamiento de acordeón y mandolina en «Absent». En un momento de su actuación Raquel se quedó sin amplificación, aunque no se percató hasta que el técnico de sonido subió al escenario pero el público quedó en silencio y apenas se notó el ligero percance.
Junior Mackenzie tomó el relevo y asentando su repertorio en los temas de su EP «Mr. Good Horse» sonó mejor cuando dio paso a temas más potentes. Con un sonido potente y eléctrico, el núcleo central del show tomó tintes casi lisérgicos con «Citizen Of The World», ¡que clase y que canción! Rock americano desde la terreta.
Cerraron los que a la postre se convertirían en flamante ganadores del certamen, We Used To Pray, apoyados en su ya habitual show audiovisual en el que las proyecciones crean una atmósfera sobre las tablas, donde juegan con las emociones hasta llevarlas a flor de piel. Lograron levantar el entorchado que los corona como ganadores del Concurso Vinilo Valencia 6.0, donde los votos del público, tras empate del jurado, inclinó la balanza a su favor.
Los ganadores además se convierten automáticamente en los primeros confirmados del Deleste festival, que este año se celebrará los días 23 y 24 de octubre y tiene ya sus abonos en venta aquí.
Fotos: Carlos Ciurana
Texto: Carlos Ciurana y Xavi Hernández
