Crónica de conciertos: Ana Curra + Peepshow. Sala Moon, Valencia. 04-01-2020


Comenzamos el año en materia de conciertos con una mujer referente de la música en España, desde la década de los 80 en que inició su andadura: la reina del punk, su siniestrísima Ana Curra, tal como la presentó el guitarrista Iñaki Rodríguez. Su actuación se basa en los temas de Parálisis Permanente, su etapa con Los Seres Vacíos, de su carrera en solitario y alguna versión, y con un repertorio así es imposible fallar. Además, durante las casi dos horas de concierto, Ana Curra muestra su actitud sobre el escenario, bailando y moviéndose todo el tiempo, recordando viejas épocas a un público ya peinando canas que logró una buena entrada en la sala a pesar de las fechas navideñas.

Con puntualidad británica, Peepshow ofrecieron un breve pero intenso concierto, logrando atraer la atención del escaso público que iba entrando en el local. Con su álbum más reciente “Cómo hacer una bomba atómica”, el cuarteto valenciano hizo valer su presencia sobre el escenario de manera contundente. La guitarra hiriente de Uve Martínez, el bajo pétreo que hizo retumbar los altavoces de Vicente Bonillo, la batería rotunda de Germán García y Miguel Ángel Andreu a los teclados y programaciones con los que daba un efecto más rítmico a los temas, nos tuvieron con la vista clavada en las tablas, además de escuchar unas letras críticas que nos hacen reflexionar, como “1999”, “Dios de España”, la titular del álbum en la que dicen “Voy a comprarte un arma” o “Un punto” del álbum “Killy y los Hombres Estrella”. Con más fuerza en su traslación del disco al directo, Peepshow aumenta la potencia sobre el escenario y eso les convierte en algo más visceral, a tenor de los aplausos recibidos tras su actuación.

Llegado el plato fuerte de la noche, salieron al escenario los músicos de uno en uno sonando una introducción con la que comenzó la ceremonia, apareciendo finalmente Ana Curra con una especie de hábito con capucha y mantilla de rejilla, interpretando “Fundido a negro”, uno de los temas de “Huaca”, su nuevo disco. El concierto lo presentó Ana Curra como el primer akelarre del año, recordando a los que ya no están con nosotros, a su querido Eduardo Benavente, y también a los ausentes del público, sonando “El acto” y “Vamos a jugar” tras despojarse del hábito revelando un traje de rejilla y cuero negro. La banda de Ana Curra se completa con Angel Berdiales a la guitarra, Pilar Román al bajo e Iván Santana a la batería, además del antes mencionado Iñaki Rodríguez, una banda competente que arropa a la cantante que también toca el teclado.

El grueso del concierto fue para el legado de Parálisis Permanente, himnos como “Nacidos para dominar”, “Te gustará”, la versión de “Héroes” de Bowie, “Quiero ser santa”, “Tengo un pasajero”, un par de temas de Los Seres Vacíos, “Luna Nueva” y “Más”, o las del nuevo disco como “Aprendiz de bruja” donde apareció con una especie de pasamontañas de malla y en la que descendió el ritmo de la actuación. Cuando interpretó “Quiero ser tu perro” hizo un comentario sobre Iggy Pop, “Este nos va a enterrar a todos”, siguiendo con la versión de “Ghost Rider” de Suicide incluida en “Huaca”, con unas guitarras lacerantes y Ana Curra volcada al teclado, finalizando con “Unidos”. Pero todavía faltaba rematar, cuando aparecieron para el bis de rigor en el que sonaron “Adictos a la lujuria”, la esperada “Autosuficiencia” y tremendo final con Ana desatada en “Un día cualquiera en Texas”. Habrá quien piense que fue un concierto para nostálgicos, pero con la actitud y ganas que le pone Ana Curra, el legado de Eduardo Benavente seguirá vivo con unas canciones por las que no pasa el tiempo.

Texto y fotos: Carlos Ciurana

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