«Bushido», primer álbum de Vlack Motor


Vlack Motor es un personaje atípico. No le gustan los focos, no sale en la foto, no esperéis verlo en un videoclip. Detrás de un universo 3D se esconde este productor madrileño que ha trabajado con muchos de los artistas que han conformado lo que ahora conocemos como “escena urbana”. Atesora millones de escuchas entre muchas de sus producciones, pero esta carrera viene de lejos; ha colaborado con artistas de lo más variopinto caso de Sara Socas, Zoo, Ed is Dead, Dremen, Brisa Fenoy, Baselab, Xcese, Dakaneh, Tosko, Alana Sinkey, Landikhan, Dj Nano y así una larga lista de artistas del rap, del trap, del reggae, del pop o la electrónica.

‘BUSHIDO’, SU PRIMER Y ESPERADO ÁLBUM
Mucho tiempo ha tardado Vlack Motor en pulir el que es el primer álbum larga duración de su carrera. Pero los buenos platos se cocinan a fuego lento. Diez tracks, once bombas de subgrave y ritmos rotos componen este ‘Bushido’ (Terribilità Records, 2021) en el que el beatmaker madrileño -manejando con talento y destreza un rico y amplio crisol sonoro que van desde el sythn-pop, sampling y old-school, pasando por trap, glicth hop y future house, hasta ambient y chill- nos sumerge en su mundo virtual de paisajes oníricos, estética ciberpunk y un depuradísimo diseño sonoro.

El apartado visual corre a cargo de la artista digital Aitana Basquiat, que toma inspiración del ancestral código ético Samurai, donde el guerrero entregaba su vida en aras de la lealtad y el honor, evolucionando este ‘Bushido’ hasta una sociedad distópica, la moda techwear o la estética cyberpunk. Vlack Motor vive en las sombras jugando al ‘Call of Duty’ y haciendo música, y así es como quiere seguir.

‘BUSHIDO’, TEMA A TEMA
La cinemática, con trazas de synthpop, ‘Ensonation’ surgió en la mente de Vlack Motor trasteando con la Maschine, probando los arpegios y sus distintas opciones. Cuando, en un momento dado, dio con esa sucesión de notas de forma inmediata las llevó vía Midi hacia Serum. Ese sonido arpegiado era un muy hipnótico y así lo quiso mantener para conseguir esa sensación onírica, intentando hacerla crecer lentamente para romper a un drop «minimal», jugando con los glides de los 808s y con la secuencia del loop.

Vlack Motor empezó a componer ‘Chokalet’ a través del denominado «MPC style» o lo que es lo mismo, a base de kick, smare, bass y sample. Para ello creo diferentes loops que sirvieron para formar la estructura del tema. Después le añadió nuevos sonidos, efectos y acordes para completar la producción. ¡Y así logró este “rompecuellos”!

La old-scholera ‘Katrosky’ tiene un fondo sonoro compuesto por el sonido real de un revoloteo de mosca y un violín que genera un efecto de zumbido. Además, por debajo de eso suena un ritmo boom bap clásico y un bass line de 808 fabricado con Serum. Durante un tiempo Vlack Motor lo utilizó como despertador en su móvil, ¡una malísima idea, verdad! ¡Viva el sampling!

Normalmente Vlack Motor tiende a ser muy oscuro a la hora de producir temas de trap, pero este beat sonaba menos serio y más fresco. En principio ‘Monkey’ empezó siendo un type beat porque no tenía muchas variaciones, ¡pero el loop enganchaba! Parte de unos pianos circenses que recopiló y mezcló con un ritmo trap y con algún sonido de 808s. Le enseñó la instrumental a Lasai y rápidamente empezó a grabar líneas y finalmente se quedaron con esas barras que ahora son el estribillo: «Like a monkey«. Después se sentó con más calma a construir las estrofas y así completaron el tema al terminar la sesión esa misma tarde. Un track tan simple como flipante.

‘Serendipia’ se inició tirando de Ableton, probando los distintos tipos de algoritmos para hacer time strech en los audios sin la más mínima intención de hacer ningún tema, simplemente se trataban de pruebas de estudio. Pero resultó que al arrastrar un track completo y aplicarle este streching, Vlack Motor vio que algunas partes generaban un nuevo tipo de «feeling» muy distinto del tema original. Enseguida exportó ese audio y empezó en Cubase un nuevo proyecto con ese material de trabajo para cortar y editar. Lo que surgió fue un ambiente lo-fi y roto. Al que, además, le quedó de miedo un ritmo medio descuantizado, ¡cómo si hubiese sido tocado a mano por un beatmaker!

Vlack Motor en la oscura y rítmica ‘Carriot’ se propuso utilizar el mínimo número de elementos, cosa poco habitual en él, aunque a veces sea su propósito. Para ello sampleó varios sonidos desde Arcade «Thrash Drums» para construir el ritmo percusivo metálico con el que empieza el tema y que acompaña en el breakdown de la mitad. Las voces rapeadas son de Lasai y fueron recicladas de un tema que se quedó fuera del disco. Las resampleó e hizo un repitch para ponerla en tono con el nuevo track. En medio encontramos una parte épica que sirve para hacer de enlace con la última parte en el que las voces se transforman en sintes y aumentan la intensidad. Ideal para entrar en trance cuando se escucha el loop de voces étnicas.

‘Katana’ fue originalmente pensando a modo de Type beat, pero con el paso del tiempo fue derivando este instrumental como un track del disco más que como un beat. Para ello Vlack Motor construyó partes nuevas haciendo pequeñas variaciones para darle una estructura a través del sampling. Se trata de un tema capaz de producir estado de relax y, según va avanzando, en ese mismo trance gracias a los 808 repitiendo la misma nota una y otra vez.

Para crear el pop sintético que destila ‘Get the paper’, Vlack Motor utilizó una serie de archivos que tenía guardados de sus sesiones de «time streching» donde ralentiza canciones hasta en un x100. Y así llegó a ese sonido de ambiente que le suele servir de intro para sus temas. Sobre él mismo fue metiendo otro tipo de elementos, como el bass reese o los samples de voces melódicas para romper con un ritmo entrecortado pero que también hace mover la cabeza. En un principio dicho corte no iba a haber lyrics, pero Lasai nuevamente hizo su magia y lanzó unos cuantos punchlines. Finalmente, al ver el resultado decidieron incluir esas voces en el track y… ¡boom!

‘Problems’ es el tema más experimental y corto del disco. Un corte que no rompe, en el que no se repiten estructuras, más tranquilo y por eso menos habitual en cuanto a estructura o tipo de elementos en el imaginario sonoro de Vlack Motor. No tiene instrumentos definidos y se percibe como un tema muy musical y atmosférico. Rítmicamente ha jugado con reverbs y delays para que, durante la canción, varíen todos los drums.

Finalmente, en ‘Bad Man’, Vlack Motor tira, como es marca de la casa, de samples tradicionales étnicos y los ha sinergiado, en feliz colisión, con ritmos trap anexos al drill. Todo parte desde un constante, pesado y oscuro bassline facturado esta vez desde la pista distorsionada de un ritmo grave, sampleado desde Arcade. Sobre esa base retumban voces y acapelas fuera de tono, reverberadas y autotuneadas que suenan como mantras. Para terminar de sustanciar este primer single -y perfecta carta de presentación de su primer álbum- Vlack Motor una vez que tenía la instrumental armada, contó con el extraordinario hit maker Lasai para que montara rápidamente el beat y se encargara de la construcción de las letras.

El resultado final es peligroso, apabullante, misterioso y rabiosamente actual. Vlack Motor ya está aquí.
(Fernando Fuentes, mayo 2021)

Escucha «Bushido» aquí.

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