Neneh Cherry es una de las estrellas de la programación del Kursaal Eszena de San Sebastián, ciclo musical que propone una docena de citas para su nueva temporada. Será el 28 de noviembre cuando la sueca ofrezca su directo en la sala de la capital guipuzcoana, con las canciones de “Blank Project”, el disco que publicó en 2014, como reclamo novedoso de una carrera que no vive de repetir primeros o lejanos hitos. No en vano, poco hay en “Blank Project” que tenga que ver con lo que sonaba en sus tres primeros álbumes -”Raw Like Sushi” (1989), “Homebrew” (1992) y “Man” (1996)-, pues sus surcos se mueven en otra dimensión, más cercana a la atracción que siente Neneh por grupos de post-punk tipo The Slits o Rig Rig & Panic. También puede interpretarse su trabajo del año pasado como una continuación de su trayectoria dentro del cuarteto cirKus, con el que sacó dos discos en 2006 y 2009, y sobre todo como un extensión del fuerte golpe en la mesa que dio en 2012, cuando en alianza con el trío escandinavo de jazz experimental The Thing publicó “The Cherry Thing”. Un álbum de versiones brillante y provocativo, lleno de inmediatez, que se destapó como una de las más gratas sorpresas de ese año. Ahí mostró que voz no es que se mantenga hoy igual de encantadora que siempre, es que está mejor que nunca, y puso la primera piedra de un sólido “comeback”, pues “Blank Project”, con su nerviosa energía orquestada por la producción de Four Tet (“seductora y excitante”, en palabras de MixMag; “sonando más relevante que nunca”, en las de DIY Magazine), ha confirmado que su vuelta a la actualidad va muy en serio.
