La industria musical valenciana se enfrenta a la peor crisis de su historia


La industria musical valenciana podría perder más de 50 millones de euros por el impacto de la Covid-19. Se trata de la peor crisis de su historia según se desprende de las encuestas realizadas a los profesionales de la música en directo: empresas promotoras, management, salas, sonido e iluminación, compañías de espectáculos y servicios. Los resultados forman parte del estudio elaborado por la Asociación de Promotores Musicales de la Comunitat Valenciana (MusicaProCV), la Valencian Music Association (VAM!), la Feria Valenciana de la Música Trovam – Pro Weekend y la Asociación de Salas de Música en Directo En Viu!.

El objetivo de este informe es estimar los efectos económicos y laborales de la crisis sanitaria en la industria de la música en directo. Asimismo, se pretende valorar las consecuencias de las medidas adoptadas por las empresas del sector y la administración, al tiempo que se proponen nuevas líneas de actuación en función de los datos obtenidos. El periodo de estudio abarca desde el inicio de la crisis, el pasado 14 de marzo, hasta la conclusión de la temporada alta, el 15 de septiembre.

Pérdidas económicas y de puestos de trabajo
Según los primeros cálculos, las pérdidas de facturación del sector durante la temporada media (desde el 14 de marzo hasta el 31 de mayo) ascenderán a 8.660.000€. Por otra parte, durante la temporada alta (desde el 1 de junio hasta el 15 de septiembre), los daños se valoran en 45.500.000€. De este modo, las empresas de la música estiman que las pérdidas en su facturación por la Covid-19 serán de 54 millones de euros. Hay que tener en cuenta que los 20 principales festivales de la Comunitat Valenciana representan un 60% de esta cantidad (más de 33 millones de euros de pérdidas). En cambio, las más afectadas por esta situación son las empresas promotoras, con un impacto en su facturación de 38 millones de euros (un 83% del total).

El estudio también ha abordado las consecuencias de la crisis sanitaria del coronavirus en el terreno laboral. En la Comunitat Valenciana, 640 personas trabajan de forma directa en empresas promotoras, salas de música, productoras y empresas de sonido e iluminación. Según las encuestas elaboradas, 434 profesionales, casi el 70% de las personas contratadas en el ámbito de la música en vivo, se han visto afectados por un ERTE. Hay que tener en cuenta que estas cifras no incluyen las empresas de espectáculos. Por otra parte, la Encuesta de Población Activa (EPA) del 2019 estimó que el personal asalariado en el ámbito de la cultura llega al 68,8% de. Por lo tanto, se debe valorar que hay un 30% de personal autónomo o eventual que también se ha visto gravemente afectado por esta situación.

Estos datos ponen de manifiesto el profundo impacto que ha tenido la Covid-19 en la música en directo. Hay que tener en cuenta que el coronavirus ha paralizado por completo la actividad de uno de los sectores estratégicos más importantes en la dinamización económica, social y turística de la Comunitat Valenciana. Así, los más de 10.000 espectáculos programados desde el 14 de marzo hasta la finalización de la temporada alta se han tenido que aplazar o cancelar. En esta cifra se incluyen grandes festivales, conciertos al aire libre y en salas, así como actuaciones en municipios para fiestas patronales, entre otros.

El parón en la venta de entradas para eventos culturales programados en 2020 hace prever una recesión económica de la que la industria musical tardará mucho más tiempo en recuperarse en comparación con otras actividades. Así, a pesar del calendario de desescalada anunciado por el gobierno español, el sector vive en la incertidumbre y desconoce en qué condiciones se deberán celebrar los próximos eventos. La posibilidad de realizar conciertos en recintos al 30% de su capacidad es insostenible e inviable en la inmensa mayoría de los casos.

Las propuestas de la industria
Los agentes de la música en directo han hecho llegar a las administraciones diversos planes de acción con el fin de paliar los efectos de la crisis sanitaria y asegurar la continuidad de la actividad. En este sentido, se considera urgente la aplicación del concepto de «causa mayor» para permitir el aplazamiento o suspensión de los eventos musicales programados para el año 2020.

Asimismo, se deberían flexibilizar las normativas de consumo relativas a la devolución del importe de las localidades en los casos de aplazamiento y cancelación de actuaciones como se ha hecho en otros países europeos. De este modo, las entradas de un espectáculo aplazado deberían servir para la nueva fecha programada en un plazo que incluya finales de 2021. En caso de suspensión, se debería contemplar la creación de un bono canjeable para que el público pudiera asistir a otro espectáculo o festival. Finalmente, cuando ninguna de las dos opciones fuera viable, el consumidor siempre podría reclamar la devolución del importe, que sería ejecutable en un periodo de 18 meses a partir del anuncio de la cancelación.

Medidas propuestas a las administraciones valencianas
La industria también reclama a las administraciones valencianas la implementación de ayudas urgentes que permitan mantener la cadena de valor musical profesional del sector: empresas, autónomos y artistas profesionales; la reestructuración y ampliación temporal de algunas líneas de ayuda; la creación de un fondo autonómico para la financiación inmediata de la industria musical; además de otras medidas para garantizar la fidelización de públicos y la estimulación del consumo cultural en el momento de regreso a la actividad. Asimismo, se ha solicitado al Ayuntamiento de València, la ciudad donde se concentra una parte muy significativa de la actividad musical, una línea de subvenciones para mejorar la competitividad de los agentes del ramo en la localidad.

Un plan ReaCtivem bienvenido, pero insuficiente
En ese sentido, el plan ReaCtivem presentado por la Conselleria ha sido muy bienvenido, pero resulta del todo insuficiente para cubrir las necesidades de un sector cultural que comprende ámbitos tan variados como la música, las artes escénicas, el mundo del libro y las bibliotecas, las artes plásticas y el audiovisual. Por ejemplo, en Cataluña, la Generalitat ha puesto en marcha un plan para la recuperación de su sector cultural de 21 millones de euros.

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