Crónica de conciertos: Biznaga + Sandré – 16 Toneladas, Valencia. 08-10-2022


Sold out colgaba ayer en la puerta de la sala 16 Toneladas con dos bandas que desataron la locura entre el público de Valencia, tras su paso por Castellón justo el día anterior: Sandré + Biznaga, mostrando que existe interés por los grupos de nuevo cuño.

Abriendo para Biznaga, llegaron y arrasaron desde Barcelona Sandré practicando un punk que parece entrar en un ciclo de centrifugado para acabar estallando en pura locura dentro y fuera del escenario. Letras mordaces y directas desde las entrañas, un sonido arrollador que desemboca en un mar de distorsiones, y un desfile de temas de apenas 2 minutos de duración como «No», «Bullying», «Lo tengo todo», «Rància» o «Presión» para darle un puñetazo sin contemplaciones a esos discursos que nos acaban convirtiendo en máquinas asfixiadas a punto de reventar.

Y todo ello pasándolo en grande, porque no hay nada mejor que, además quedarse con el alma sacudida por la música, ver a una banda como Sandré disfrutar sin tapujos sobre el escenario.

Y si Sandré habían calentado motores haciéndolo estallar, con Biznaga se acabaron de volatilizar hasta los proyectiles. Ya a principios del pasado mes de mayo pudimos verles muy cerca de nuestra ciudad presentando su último álbum «Bremen no Existe» (del que no pudieron traer copias al concierto porque ya están agotadas) en el Auditori de Burjassot dentro del Incendiari Fest, pero ahora tocaba verlos en una sala abarrotada donde el público no dejó de corear sus canciones. Sonaba “La Primavera” de “Las Cuatro Estaciones” de Vivaldi, y bajo este movimiento evocador de bucólicas y nobles imágenes primaverales, llegaron a las puertas del otoño en Valencia Biznaga para poner una nota punk a la sordidez que nos acecha en estos tiempos.

Y así empezaron a sucederse temas ya clásicos como “2K20” o “Motores de búsqueda avanzada”, que se alternaron con nuevos temas tales como “Líneas de sombra”, “Espíritu del 92” o “Domingo especialmente triste”, momento en el que subieron Sandré al escenario para hacer los coros que en el disco corren a cargo de Triángulo de Amor Bizarro; también hubo una mirada más retrospectiva para rescatar temas más acelerados como las geniales “Héroes del no” o “Máquinas blandas”. Y por supuesto, no faltó “Madrid nos pertenece”, single del último disco que parece haberse convertido ya en todo un himno, junto con “Una ciudad cualquiera” y los “No-lugar” que toda ciudad moderna que se precie dispone para la alienación y soledad de sus individuos.

Muchos pogos y mucho crowd surfing (hasta Rosa, voz y berridos de Sandré, navegó en varias ocasiones sobre las cabezas de la audiencia), y ya con eso puede uno imaginarse lo que allí ocurrió. Porque la fuerza y contundencia que tiene esta banda en directo les otorga un halo carismático con el que logran contagiar a todo el público de un estado enérgico que grita ante la imperante mediocridad y confort (si se me permite la licencia de parafrasear a Biznaga).

Texto y fotos: Patricia Alambiaga

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