A finales del pasado año, la banda valenciana Here The Captain Speaking, The Captain Is Dead lanzaron su segundo álbum, “Flux Capacitor”, en formato digital. Un disco repleto de paisajes cósmicos, torbellinos psicodélicos y ritmos kraut que publicará el sello alemán Tonzonen en vinilo el próximo mes de Mayo. Mientras tanto, Lucas B. Martin, batería de la banda, nos desvela algunos de los entresijos creativos de este nuevo álbum en una entrevista realizada por nuestra compañera Patricia Alambiaga.
Club Pilotos Suicidas – Vuestro último trabajo se titula “Flux Capacitor”, ese “condensador de fluzo” que aparece en la película «Regreso al Futuro» (Robert Zemeckis, 1985) es el dispositivo que permite viajar en el tiempo. En este sentido ¿Podríamos interpretar el título como una invitación al oyente a realizar un viaje inimaginable a través de vuestra música? O dicho de otro modo, ¿tiene vuestra música esa intencionalidad de embarcar al oyente en un viaje que le transporte a otras dimensiones?
Here The Captain Speaking, The Captain Is Dead – Pues lo cierto es que podriamos hacer gimnasia mental para unir conceptos, por ejemplo podriamos decir que el disco es un condensador de fluzo que permite viajar desde la actualidad tanto a los años 70 como a algún lugar indeterminado de nuestro futuro pero lo cierto es que más bien el titulo salió de la clásica tormenta de ideas en el local de ensayo, se sugirieron muchos nombres y cuando se dijo «Flux Capacitor» se encendió la bombilla, somos muy fans de «Regreso al Futuro» y nos hacía mucha ilusión hacer este pequeño homenaje. Además es un poco broma interna porque Morgan, del grupo amigo Sufre, es americano y a veces se confunde con las expresiones y en un concierto dijo dirigiendose al público «¿Habéis visto retraso al futuro?«, siempre nos estamos riendo de esa chorrada.
CPS – En 2018 publicasteis vuestro primer LP homónimo, mientras que a finales de 2020 lanzasteis “Flux Capacitor” con una nueva formación. Este último disco parece tener un sonido más depurado e incluso con más matices que evocan lo cósmico, ¿tenéis la impresión de que ha habido una evolución entre un disco y otro? En caso afirmativo, ¿de qué manera se ha reflejado en el disco esa evolución?
Captain – Si, de entrada más que evolución diria que ha habido una revolución porque se ha renovado la banda en 3/4 partes, asi que de entrada el sonido se ha visto abocado a un cambio si o si. Creo que este disco casa más con la idea primordial que tenía la banda en sus inicios, algo mucho más frío, cósmico, repetitivo y quizá no tan amable como fue el primer disco, posiblemente ese sea su mayor característica en términos de evolución, el discurso está más pulido, sabemos mejor donde queremos llegar y la mirada de los cuatro está enfocada en el mismo punto. A nivel de ideas creo que el primero jugaba más con las dinámicas de una forma más «montaña rusa» y en este las dinámicas son más cambios de cadencia, más paulatino todo.
CPS- Sois un grupo donde predominan los desarrollos instrumentales con potentes crescendos frente a lo vocal. Vuestro primer disco era complemente instrumental, sin embargo en este nuevo disco, pese a que esos pasajes sonoros siguen siendo los protagonistas, habéis incorporado puntualmente letras que se alzan como odas a algunos elementos cósmicos. ¿Cómo surgió la idea de empezar a incluir letras? ¿Es una manera de subrayar la cosmicidad que evoca la instrumentación?
Captain – Creo que sencillamente llegamos a un punto en las composiciones concretas que vimos que la canción pedía partes vocales, ¿y quien somos nosotros para negarselas? Empezamos a probar y vimos que encajaban bien. Nunca hubo ninguna decisión estética para no incluirlas previamente, sencillamente no se dio la circunstancia. En el futuro exactamente lo mismo, si sentimos que la canción lo pide las incluiremos.
CPS- Otros elementos que nos han llamado la atención es la presencia de un saxo que parece generar unas hipnóticas turbulencias sonoras en “Time Space Relativity” y unas flautas con fuertes reminiscencias al rock de los 70’ en el tema “Bring me back the sun”. ¿Qué os motivó a incorporar estos arreglos para estos dos temas en concreto?
Captain – Pues fue en ese momento en que ya has terminado la canción, estás preparandola para grabar y tienes que dar un paso fuera de las canciones, mirarlas con perspectiva y preguntarte «¿cómo podemos hacer que esto esté más bonito?» y vas un poco proyectando ideas y arreglos e igualmente que ocurria con la voz, vimos que en esas partes en concreto la presencia de un saxo o una flauta travesera iban a catapultar la sensación que andabamos buscando por 100. Así que Xavi comentó que conocía a Samuel Frin, un chico francés que toca en grupos de jazz muy locos y que le podría interesar y así fue. Fue todo un honor tenerle con nosotros, creo que su aportación le da mucho color.
CPS – Vuestro sonido nos deja entrever influencias de bandas tales como Hawkwind, Neu! o incluso el guitarrista Manuel Göttsching. Sin embargo hay otras influencias que parecen trascender lo musical, y es que tanto los títulos de vuestras canciones como las letras no dejan de aludir al campo de la astrofísica o la ciencia ficción. Habladnos un poco de otras influencias que vayan más allá de lo musical y que ejerzan en cierta medida un impacto sobre vuestra música o sobre el imaginario que rodea al grupo.
Captain – Somos todos muy fans del cine en general y de la ciencia ficción en particular, siempre estamos hablando de películas horrendas de serie z, Lucio Fulci, Carpenter, cualquier cosa de zombies… Supongo que ocupa buena parte de las conversaciones de local. Lo cierto es que no sé hasta que punto ejerce influencia sobre lo que hacemos, casi me atrevería a decir que el espectro sonoro que buscamos se aleja de influencias culturales tangibles, en realidad lo ideal y deseado es moverse en terrenos cada vez más abstractos.
CPS – En alguna ocasión habéis comentado que dentro del desarrollo de vuestros temas hay un componente de improvisación. En este sentido, ¿podría decirse que vuestros temas, dentro de una estructura más o menos definida, están en constante mutación (como si existiesen versiones infinitas de un mismo tema)? ¿Afecta esa improvisación a la hora de elegir la “versión definitiva” que se va a grabar para el disco?
Captain – Si, los temas siempre están moviéndose, con cada tema buscamos una intención concreta, dentro de esa concreción van pasando cosas dependiendo del día que las toquemos. Hay más estructura de lo que en un principio podría parecer, al final la presión de concretar las canciones hacen que acabes acotando ideas pero al ser temas tan largos te obligan a estar atento a su ejecución, matices, surfearlos bien para conseguir llegar a esa intencionalidad, no es como escupirlas y listo. Por decirlo de forma más específica, no tenemos duración por compases, todo se basa en la continua comunicación auditiva y visual entre nosotros, cuando decidimos hacer los cambios por ejemplo es más por lo que nos pide la canción en ese momento.
CPS – “Flux Capacitor” tiene temas con auténticos torbellinos psicodélicos que se extienden hasta los 11 minutos en alguna ocasión, y luego viene “Terraforming”, un tema más escueto y sereno que sugiere cierto bucolismo espacial a modo de interludio. Habladnos un poco de este tema que parece parece llevarnos a la aparente calma del ojo del huracán antes de adentrarnos en la ciclónica “Lithium Sturm”.
Captain – Pues la verdad es que salió así, de la misma forma que antes te comentaba el tema de la voz pues aquí idem, la canción salió como una pildorita de 3 minutos y poco y vimos que ya estaba. En realidad siempre me ha parecido mucho más difícil hacer un tema instrumental corto, tienes que ser más fino con la estructura, concreto etc, con los temas largos puedes dejarlos flotar pero con los temas instrumentales cortos estas más obligado casi a darle estructura pop, que está muy bien también. Al terminarla pensamos que estaría guay meterla como un alto en el camino a mitad del disco para ofrecer un descanso al oyente.
CPS – Vuestros discos en formato vinilo los edita el sello alemán Tonzonen, en 2019 formasteis pate del cartel del Festival Sonic Blast Moledo en Portugal, el programa de radio californiano Global Garage ha elegido a “Flux Capacitor” como uno de sus discos favoritos del 2020, así como otros medios especializados en psych rock que también han incluido vuestro disco entre sus favoritos del 2020. ¿Teneis la sensación de que vuestra música tiene una mayor repercusión fuera del territorio nacional o que la psicodelia tiene una mejor acogida en el extranjero?
Captain -¡Pues esa pregunta da para un buen desarrollo! Lo que es seguro en que en términos generales en España consumimos música de forma diferente a como lo hacen en otras partes de Europa. Incluso en círculos más independientes, underground o como quieras llamarlo, la música aquí tiene un componente lúdico y social muy fuerte, a veces la música no deja de ser un atrezzo periférico para el evento en cuestión, que está muy bien también, pero quizá en otros países les mola más degustar la música, compran en el puesto de merchandising las camisetas, vinilos, todo. Lo aprecian más y lo apoyan. ¡Aquí si podemos bajarnos el disco gratis pues palante! La gran mayoria de gente que ha adquirido el disco o merchandising son gente de fuera de España, es un dato bastante esclarecedor de la situación. Luego ya hay muchísimos factores más, el apoyo de instituciones, las salas que hay en la ciudad para tocar, mil cosas.
De cualquier forma creo que no hay que verlo bajo una actitud victimista y entonar el horrendo «Es que aquí son todos unos garrulos que no valoran nada y si viviese en USA estaría super bien considerado» y cosas así, las circunstancias son las que son y siempre positifo nunca negatifo al revés de lo que decía Van Gaal.
CPS – La crisis del Covid-19 está haciendo que el sector audiovisual esté atravesando momentos complicados: salas que no pueden programar, conciertos cancelados, etc. ¿Cómo estáis viviendo vosotros como banda esta coyuntura?
Captain – Pues está siendo difícil, y eso que nosotros no nos dedicamos a ello profesionalmente. Como banda te obliga a buscar objetivos a corto medio plazo, tienes que estar activo y con objetivos porque ir al local a mirar la pared es jodido. Vamos haciendo planes aún sabiendo que no se puede tocar en directo, de hecho el disco ni lo hemos podido presentar. Me preguntaba cuantas bandas van a desaparecer de la escena, sin conciertos a la vista muchas bandas medianas y pequeñas corremos el riesgo de desaparecer, las grandes aún pueden aguantar con lo que la brecha se hará incluso más grande. Siempre digo medio en serio medio en broma que el covid ha sido el último clavo en el ataúd del rock.
CPS – En 2019 creasteis un repertorio inédito para musicalizar la película de culto “La planète sauvage” (René Laloux, 1973) junto a la violinista Marta Margaix en un show que tuvo lugar en el Institut Français de Valencia. Habladnos un poco sobre este proyecto, ¿cómo surgió la idea? ¿Cómo fue esta experiencia? ¿Que os aportó a nivel creativo?
Captain – Pues fue una experiencia muy guay, musicar una película desde 0, imaginar toda una banda sonora es muy estimulante. Recuerdo que además lo tuvimos que hacer en un plazo de tiempo relativamente corto, creo que fueron 2 o 3 meses, ensayarla muy bien y pulir muy bien los diferentes movimientos. Nos ayudó a ser muy creativos y a explorar cosas que estilísticamente nunca hubiésemos visitado. ¡El día del concierto fue como sacarlo todo y listo! Ojalá algún día podamos hacerla de nuevo.
CPS – Algunas de las bandas que orbitan entre vuestras influencias lanzaron en su día discos conceptuales (Ash Ra Tempel lo hizo con el “Seven Up” en torno a los 7 niveles de conciencia que promulgó Timothy Leary, y Hawkwind con el “Warrior on the Edge of Time” sobre uno de los personajes literarios creados por Michael Moorcock). En un futuro, ¿os apetecería embarcaros en la creación de un álbum conceptual o preferís que no haya ninguna consigna temática a la hora de componer un álbum?
Captain – Si te refieres a conceptual en cuanto a bandas más 70s opera rock y similares diría que nos movemos en la dirección opuesta, creo que vamos a ir desproviniendo a la musica de ese elemento narrativo tanto en estetica como musicalmente. Al final nos vamos dando cuenta que para llegar a donde queremos llegar debemos ir desechando muchos elementos obvios y accesorios y ser más abstractos , primales y a la vez concisos. Conceptual en cuento a ideas musicales si, nos mola más coger ideas concretas a la hora de hacer discos y estirarlas y moldearlas intentando exprimir esos elementos en concreto.
CPS – “Flux Capacitor” va a ser editado tanto en formato vinilo como en CD por Tonzonen, y hace poco anunciasteis que el sello británico Up in her room también editará el álbum en formato cassette. ¿Cómo es que también os habeis animado a sacar el álbum en formato cassette a través de otro sello?
Captain – Pues nos lo propusieron ellos y nos pareció muy bien, el primer disco ya lo sacamos en ese formato por nuestra cuenta y fue guay. No es un formato muy popular pero irá volviendo poco a poco , es muy económico hacer una tirada corta y eso a los grupos con presupuesto limitado nos va guay para ir empezando a moverse sin necesidad de gastarse el dineral que implica hacer vinilos. Creo que la gente los compra como coleccionimo, no creo que mucha gente tenga reproductor de cassette.
CPS – Habéis compartido escenario junto a bandas de rock psicodélico como Acid Mother Temple u otras que se acercan más a los ambientes krautrock como Minami Deutsch. De todos los conciertos que habeis ofrecido hasta el momento junto a otras bandas, ¿cuál os marcado más o ha supuesto una experiencia impactante para vosotros como banda y por qué?
Captain – Pues de esos conciertos que mencionas saqué una máxima, «las mejores bandas para compartir camerino son las bandas de hard rock sleazy 80s y las peores las de psicodelia japonesas». Con Acid Mothers bueno, son señores mayores y van muy a su bola, con Minami Deutsch no se si tuvieron un mal dia, estaban cansados de la gira o que diantres, pero desde luego no fueron los mejores compañeros, la experiencia fue bastante decepcionante, creo que consiguieron enfadar a todos los trabajadores de la sala, lo cual bien mirado es todo un logro. Como concierto grabado en la memoria recuerdo uno en Mions, Francia, que tocamos en un sotano de un chalet, una fiesta privada casi rave, a oscuras, con la gente en estado de trance y muy metida en el concierto y que nos decían que tocaramos más y más, fue muy turbina de avión. Si alguien se lo está preguntando la banda Sleazy son los Jolly Joker, compartí escenario con otra banda en la que tocaba y aún me estoy acordando riendo de las anecdotas en el camerino, ¡un 10 de chavales!
Texto: Patricia Alambiaga