‘Salve Monstera’, el disco debut de Jordi Sapena


A Jordi Sapena se le morían las plantas en casa. Con mucha pena y tras intentar mil cosas, casi como última esperanza, se le ocurrió hacerles canciones para ver si así se animaban y sobrevivían. ¡Tachán! Funcionó. Animado por los buenos resultados, siguió componiendo piezas a las diferentes especies que tiene en su hogar. El resultado es un disco que salva a las plantas y a quien lo escucha…

Después de casi veinte años componiendo y formando parte de bandas como La Habitación Roja, Jordi Sapena se adentra en el sonido ambient y conecta música con botánica. ‘Salve Monstera’, que es así como se denomina el álbum y del cual ya escuchamos una cata con el sencillo ‘Ficus elastica tineke’, se publica hoy en formato digital y vinilo. «He hecho un disco para salvar a mis plantas, y al final me he salvado a mí también», confiesa el compositor gandiense.

«Se me morían las plantas y no sabía por qué. Así que tuve un momento de catarsis y pensé que podía curarlas haciendo música con los recursos que tenía a mi alcance. El objetivo era crear una banda sonora que acompañara a las plantas cuando no había nadie a casa. Tenía un tiempo muy limitado para componer. No podía escoger las horas en las cuales grababa y cuando tenía unos minutos quizás no era el momento donde menos ruido había en casa. Cuando me ponía me lo pasaba muy bien jugando con los sintetizadores», comenta el músico que también forma parte de Capricornio Uno y que acompaña en directo a Soledad Vélez y Chucho.

A menudo ninguneamos las actividades lúdicas y cómo es de relevante disfrutar en nuestra vida. Si la pandemia nos ha servido de algo, es para poner sobre la mesa la importancia de la salud mental. «La idea primigenia del disco viene de intuir que las plantas perciben las emociones de las personas con las cuales conviven y son sensibles a la música. Quizás percibían que mi vibración era bajita, puesto que en
la post pandemia pasé una dura temporada», cuenta Sapena. Según numerosos estudios, cuidar las plantas puede servir para aliviar tensiones del día a día. Incluso, la cura y la comprensión del mundo vegetal nos puede ayudar a hacer frente al estrés, la ansiedad y la depresión.

Durante el proceso creativo de este disco se han ido sumando diferentes artistas como Alberto Lucendo (Sacromonte), Sais (Jupiter Lion, W.W.A.T.), Joaquín y Ángela Pascual (Surfin’ Bichos, Mercromina) o Ángel Valiente (Karen Koltrane). Un proyecto que también ha adquirido un sonido más orgánico gracias a la suma analógica de Paco Loco, creando así un álbum instrumental de ocho piezas, denominadas como cada una de las plantas de Jordi Sapena. Temas compuestos con pianos, sintetizadores y sonidos cotidianos que se colaban por la grabadora como la misma respiración del músico, el ruido de la lavadora o los gritos de su hijo. «Para mí era importante recrear el ecosistema sonoro de mi casa e integrar los ruidos de la huella humana a la cual están acostumbradas las plantas porque ellas escuchan todo esto, no sienten solo la música», afirma Sapena. Finalmente, la música ha sido un vehículo sanador y el proyecto ha conseguido cumplir su finalidad curativa inicial: ha reavivado a los organismos vegetales moribundos (y a Sapena también).

El viaje sanador que supone todo lo que gira en torno a ‘Salve Monstera’ no acaba en la última canción del LP. Así pues, el directo de este álbum está pensado para que se interprete de forma experimental y en cada concierto el músico tratará de recomponer las canciones. No será una reproducción del disco, sino una experiencia única. «La música aleatoria es así, aleatoria», comenta el músico. Sapena entiende la música como una conexión que va más allá de la escucha, como una interacción física y, por eso, apuesta por el formato vinilo. «El vinilo te permite estar más en contacto con el proceso creativo de la obra», asegura. Este proyecto se completa con el trabajo colectivo de Mario Alberni, encargado del máster, con las ilustraciones de África Pitarch, el diseño de Jordi Santos, la dirección artística y las fotos de María Ramírez y la edición de Veritat (Pau Mon).

Mònica Llop.

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