Crónica FIB 2014 (Jueves y viernes)


Nunca un aniversario dio tanto que hablar. Los fastos del vigésimo aniversario del FIB comenzaron el año pasado al concluir su edición de 2013, con una tirada de abonos a precio reducido (70 euros) que buscaba recuperar cuota de mercado nacional, que había perdido peso frente a las hordas británicas que bajo el reclamo de sol, mar y música habían copado la presencia mayoritaria del festival. La tirada de abonos fue positiva, pero la falta de noticias, rumores de cancelación y la voraz competencia estival hacía que muchos fibers se fueran bajando del barco antes de que zarpara. La entrada de Melvin Benn salvó algo los muebles, pero dejó un sabor agridulce antes de empezar, con un cartel con nombres de relumbróm (The Libertines, Kasabian, Paul Weller, Manic Street Preacher) junto a otros valores emergentes (Tame Impala, Jake Bugg) pero con artistras británicos de dudosa calidad indie (para nuestro gusto) que dejaron algo cojo el cartel final.

El resultado final fue de 30.000 espectadores por día, cifra distante de años mejores, pero bastante positiva. La presencia nacional ha aumentado (otros años se había visto reducida a un 20-25%), y esperemos que 2015 traiga un cartel más completo y menos ecléctico.

Jueves

Con el sol languideciendo sobre Benicassim, James, la mítica banda mancuniana tomaba el escenario Maravillas, dejando un genial espectáculo, donde la banda capitaneada por el incansable Tim Booth injustamente programada como segunda banda del día, no se dejó amilanar y presentaron canciones de su último disco “Le Petit Morte”, algunos echamos de menos sus temas más míticos, pero cuando se decantaron por temas como “Sometimes”, “Tomorrow”, “Laid” o “Sit Down” la cosa ganó en consistencia y se erigieron, antes de acabar la jornada, en grandes triunfadores del día.

James - Foto: Kekorl

James – Foto: Kekorl

La jornada no estaba para grandes dispendios, ya que nos encontrábamos con la jornada más floja del FIB (en años creo recordar), así que nos personamos en Klaxons con no muchas ilusiones, siendo un hype de la época y sabiendo que sus mejores días ya pasaron.

Klaxons. Foto: Kekorl

Klaxons. Foto: Kekorl

La cuota nacional era escasa, y Gaf y la Estrella de la Muerte se presentaban en el FIBClub ante escaso público, pero ofrecieron un concierto con sonidos mántricos y psicodélicos, sorpresa positiva al ver a bandas nacionales hacer algo que se salga del patrón habitual.

Sin ganas ni ánimo de ver artistas programados en el Maravillas, terminamos la jornada con djs como Rafa Cervera que dio un repertorio variado y animado, y el ya mítico DJ Amable, que tiró de clásicos del indie nacional e internacional para cerrar una paupérrima jornada que solo nos salvó James. Una pena.

Viernes

El viernes se presentaba a priori como una de las jornadas más ilusionantes en cuanto a nombres, por momentos sentí el aura especial de hace años, cuando ibas al festival y te agobiabas con lo que ibas a ver, con lo que no, lo que se solapaba, esa dulce sensación que hacía tiempo había perdido en Benicassim, y que se intuyó cuando pisé el recinto.

Pero esa ilusión se tornó en desasosiego cando vimos los negros nubarrones que se acompañaban de incipientes truenos y relámpagos, y los viejos fantasmas de 1997 y 2009 hacían presagiar lluvia, rayos y centellas. Aun así nos armamos de valor y entramos a ver a Razorlight. La banda se había separado y han vuelto sin grandes ruidos, sus aires a los setenta no son nada del otro jueves y dieron la sensación de no acabar de conectar con el populacho, dejando patente que sus días de vino y rosas ya pasaron.

Razorlight. Foto: Rachel Vila

Razorlight. Foto: Rachel Vila

Así que nos dirigimos a ver a Manel, donde los catalanes dieron un notable concierto con el sol poniéndose y la gente muy muy animada. Quisimos seguir la cuota nacional, y en el FibClub se presentaban The Parrots, rock enérgico  garagero, de esos que se llenan de pogos y te hacen moverte como un poseso, tremenda sorpresa y fichados para seguir de cerca.

The Parrots. Foto: Rachel Vila

The Parrots. Foto: Rachel Vila

Nos acercamos al Trident a seguir con Albert Hammond Jr y la decepción fue de órdago. Un sonido altísimo donde predominaba el bajo por encima de 3 (si, 3) guitarras llego a ser tremendamente molesto, y el bueno de Albert, que no sabe alternar las funciones vocales con la guitarra dejó a un servidor con un gusto amargo y abandonando su actuación a los 20 minutos.

Con la desazón de Hammond Jr, nos acogimos a la electrónica de Tycho en el FIBClub, donde nos lamimos todas las heridas, calidad, elegancia y sofisticación, dejando patente que hay música electrónica más allá del garrafoneo bakalaero. Una auténtica delicia.

Tycho. Foto: Rachel Vila

Tycho. Foto: Rachel Vila

Llegamos a unos de los puntos fuertes del festival con la actuación de Paul Weller. El padre del movimiento mod se resarció de la desastrosa actuación de 2009 (se cortó a mitad por un vendaval que acabó cancelando aquella jornada) y dejó patente que tiene cuerda para rato.

Paul Weller. Foto: Rachel Vila

Paul Weller. Foto: Rachel Vila

Tras Weller tuvimos la disyuntiva de reponer fuerzas o acercarnos a Of Montreal, pero pesó el hambre y mientras estábamos en el parking, los presagios que comentaba al bajar del coche se hicieron realidad con un tremendo aguacero que trajo los viejos fantasmas de antaño. Fueron 15 minutos de lluvia torrencial que pasaron y dejaron una sensación cercana a Glastonbury (barro y agua), pero que hizo que fueramos a cobijarnos con Jake Bugg. Tras destacar en la edición del año pasado, el joven de 20 años de Leeds venía con disco nuevo y dejó patente que el futuro es suyo, ya que las canciones de su primer disco han ganado en empaque, y los nuevos temas tienen una gran acogida.

Jake Bugg. Foto: Rachel Vila

Jake Bugg. Foto: Rachel Vila

Kasabian dejó la tormenta anterior en una llovizna tibia con su actuación. En los primeros compases de actuación afloraron bengalas entre el público, y aunque venían con disco nuevo y no abusaron en exceso de su 48:13, sacaron músculo y dejaron el ambiente caldeado y en éxtasis, lástima que les falten aun algunas canciones más rotundas para completar un set de escándalo.

Kasabian. Foto: Rachel Vila

Kasabian. Foto: Rachel Vila

Cerramos con los Dj’s de la FIBClub donde los hits se sucediron, pero las fuerzas al ecuador no daban para más.

Xavi Hernández

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