Ya está aquí «El Perro Andaluz», decimocuarto disco de Lagartija Nick


Foto: Antonio García Olmedo

Después de cinco sugerentes avances hoy llega, por fin, el nuevo disco de Lagartija Nick al completo. Los granadinos son una máquina incansable que, tras sus más de 30 años de carrera, y de haber explorado rincones que nadie más ha osado explorar, siguen sorprendiendo como el primer día. A sus espaldas, reposan discos tan transgresores como Inercia (1992), Omega (1996), Val del Omar (1998) o Los Cielos Cabizajos (2019), por citar algunos. En este caso, rinden homenaje a otro cineasta también transgresor, Luis Buñuel (Calanda 1900 – México 1983), ampliamente conocido por una obra cinematográfica difícil de categorizar.

Entre las actividades programadas para el festival de cine Abycine, celebrado en Albacete en 2017, tuvo lugar un particular concierto/homenaje de Lagartija Nick a la producción cinematográfica de Luis Buñuel. Para este espectáculo la formación granadina asumió el reto de crear una banda sonora original para un paseo visual por toda la filmografía del aragonés.

Antonio Arias, líder de Lagartija Nick, compuso una serie de canciones que sirvieran de apoyo a las impactantes imágenes de Buñuel y para ello recurrió a una de las facetas menos conocidas del cineasta, su poesía.

La experiencia fue tan tremendamente positiva que germinó como el embrión de un nuevo proyecto. Tras este alumbramiento inicial, Antonio Arias y Lagartija Nick continúan indagando en la poesía de Luis Buñuel y dan forma definitiva al disco que, igual que el poemario original, se titula “El perro andaluz”.

Lagartija Nick se sumerge con este trabajo en el universo onírico y surrealista de Luis Buñuel a partir de su faceta menos conocida y más sorprendente. Un Buñuel poeta (“El perro andaluz”, 1927) que anticipa en su poesía muchos de los elementos que resultarían claves en su amplia trayectoria cinematográfica.

Para crear la atmósfera vanguardista del poemario, Lagartija Nick se inspira en las músicas de principios del siglo XX; jazz, foxtrot, charleston, two-step, etc. Estilos que influyeron decisivamente en un joven Buñuel que, en los “felices años veinte”, tocaba el violín y se mostraba buen conocedor de su música contemporánea. Las canciones del disco “Bacanal“ o ”Polisoir milagroso” son un buen ejemplo de ello con unos asombrosos arreglos orquestales creados y dirigidos por David Montañés, que ya colaboró con la banda en su anterior trabajo, “Los cielos cabizbajos” (Montgrí, 2019)

Las músicas populares aragonesas impregnan asimismo el trabajo. Hay muchos elementos musicales comunes entre Andalucía y Aragón, como la jota y el fandango, que los granadinos transitan con su característico sonido que ha hecho de la banda un referente incuestionable. El tema “Al meternos en el lecho” incluye el instrumento “chicotén” y los tambores finales recrean el espíritu de Calanda. “Olor a Santidad” se inspira en el “Himno de la Virgen de Casbas” del Alto Aragón.

La amistad entre Luis Buñuel y García Lorca también está muy presente en este disco. Ambos comparten tiempo, influencias, inquietudes y espacios como la Residencia de Estudiantes. Además, como se ha especulado, el título de la primera película de Buñuel, “Un perro andaluz” (1929), plantea un doble sentido con respecto a Lorca al que parece aludir. La canción “Pájaro de angustia” juega con esta posibilidad en la guitarra española de Edu Pacheco que crea la ilusión sonora de la aparición de García Lorca. ¿Fue Federico ese perro andaluz? Las preguntas nunca son impertinentes aunque, a veces, las respuestas puedan serlo. Lagartija Nick lo asume con ”El perro andaluz”.

La pertenencia de Buñuel al grupo surrealista francés también se refleja en la canción “Una jirafa”. Un texto tardío, escrito en 1933, a partir de un extracto de una performance encargada por André Breton a Buñuel.

El homenaje al cine de principios del siglo XX es palpable en “No me parece ni bien ni mal”, donde podemos oír el ruido de las máquinas proyectoras de cine dando ritmo a las estrofas. Los pasajes musicales de “Palacio de hielo” hacen sonar las imágenes surrealistas que nos invaden en la escucha, -música incidental para películas imaginarias-, cinepoemas de un director que cuestionaba el uso de la música en sus películas.

Las imágenes del film Los olvidados se subliman en el tema “Me gustaría para mí”.

¿Qué decir del sonido y la producción del álbum?

Aún al más ferviente admirador del grupo le impresionará la producción artística a cargo de David Soler y Marcel Bagés que, con sorprendentes cambios y giros inesperados, dejan que lo surreal invada completamente cada pieza de esta nueva obra con la que Lagartija Nick nos transporta, una vez más, a un universo aún por descubrir. Las baterías de Eric, las guitarras de Juan Codorniú, los teclados de JJ Machuca y las voces y el bajo de Antonio Arias son manipulados, barajados y trastocados en un fin surreal que impregna las mezclas de Jake Aron

Buñuel y Lagartija Nick: maestros del anti-todo-vale.

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