Crónica Deleste 2015 viernes


La cuarta edición del Deleste Festival se consolida por méritos propios, con una gran acogida por parte del público que ha respondido a su convocatoria. Rozando el Sold Out y con cada vez mayor calado entre los amantes de los festivales, la cita de La Rambleta congregó a casi 800 asistentes que disfrutaron de un festival diferente, sin solapes, buenas condiciones acústicas, y haciendo justicia a su lema»donde lo importante es la música».

La primera jornada del Deleste Festival dio comienzo en el Auditorio Budweiser con la banda local We Used To Pray, en lo que sería su último concierto durante una temporada puesto que se encerrarán en el estudio. Un período de descanso para volver con renovadas fuerzas y temas nuevos, algunos de los que presentaron en su actuación. Con una introducción instrumental supieron sacar partido del auditorio, con un sonido excelente que le sentó muy bien a la música de la banda. Aparte de la conocida «Say Something» las nuevas canciones siguen explorando sonidos y emociones en el oyente, destacando una instrumental de ritmos entrecortados y contundentes. Un valor en alza.

We Used To Pray. Foto: Xavi Hernández

Tulsa recogía el testigo y la banda liderada por Miren Iza acompañada para la ocasión con Martí Perarnau de Mucho y  Ramiro Nieto «Rams» de The Rigth Ones. Poniendo cuando se requería de una marcha más a las melodías de los vascos que dotaron de mayor empaque y contundencia a su habitual sonido.

La actuación de Pep Gimeno «Botifarra» como ya comentamos en nuestra previa, fue toda una sorpresa y el setabense vino a dar su particular sello de la canción tradicional valenciana. De jotas a romances fue repasando comarca por comarca ese repertorio tan rico que tenemos en el país Valenciano y que Pep Gimeno defendió cn maestría. Si apostamos por el folclore de fuera, llegando a ensalzarlo, ¿porqué no hacemos lo mismo con el propio?

Pep Gimeno «El Botifarra». Foto: Xavi Hernández

Al igual que el año anterior en el Deleste descubrimos a Belako, en esta ocasión otra jovencísima banda han sido los que han sorprendido. Se trata de Mourn, tres jovencitas y un chaval con un desparpajo y contundencia sobre el escenario que pusieron patas arribas el escenario Jagermeister. Con tan sólo un LP y bajo la protección de The New Raemon, durante poco más de treinta minutos soltaron su energía (que bebe de los sonidos grunge y de las riot girrrls) sobre las tablas en que sonaron trallazos como «Gertrudis (Get Through This!)» y «Otitis», con nuevo material como «Angines» o «Fry Me» con la que cerraron, a la espera del nuevo álbum.

La Habitación Roja celebraba sus 20 años sobre los escenarios, y sobre un auditorio repleto y entregado, dieron un magnifíco show para fans. Repaso a sus temas más conocidos y algunos más antiguos como ese precioso arranque con «Mi Habitación», con ya el auditorio entregado en pie, el cierre con «Ayer» dió una comunión entre banda-público difícil de explicar y un nudo en la garganta.

Lo de Mike Krol también es rock enérgico, con dosis de power pop y garage que en ocasiones sonaba a unos Weezer por sus melodías. Uniformados de policías aparecio el quinteto de Los Angeles en el escenario con Krol al frente. Ofrecieron temas de sus tres discos publicados, deteniendose en el más reciente «Turkey» donde abundan pildoras adictivas como «Neighborhood Watch». Krol bajó en varias ocasiones a mezclarse entre el público, en una actuación realmente gamberra donde la liaron parda y Krol terminó cantando sobre el suelo del escenario.

El Último Vecino. Foto: Xavi Hernández

En lo que respecta a El Último Vecino sus armas son el technopop ochentero, igual que su estética, en el que podemos reconocer sonidos de bandas como Golpes Bajos, La Mode o Derribos Arias. Un LP le ha bastado a Gerard Alegre para dar a conocer sus canciones, de guitarras cristalinas y teclados evocadores con identidad propia sin caer en el petardeo. Canciones como «Otra vez asustado», «Haremos más» y su inconfundible sonido de unos primeros New Order o la más reciente «Tu casa nueva» hicieron bailar al público finalizando con «Culebra, columna y estatua», ambas pertenecientes a su último maxi-single.

Para acabar de rematar la faena, Perro dieron muestra de su realidad y esta no es otra que son una apisonadora en directo. Divertidos, socarrones y muy enérgicos, cerraron en materia de conciertos una jornada donde el Deleste vivió una jornada única y quizá de las más emocionantes en sus 4 años de vida.

Xavi Hernández & Carlos Ciurana

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