“Svalbard” es el segundo adelanto del nuevo álbum de La Habitación Roja


Ya está aquí «Svalbard», el segundo single de adelanto del nuevo disco de La Habitación Roja, que para ellos representa una nueva etapa para la formación.

Svalbard es un archipiélago de islas del Ártico que pertenece a Noruega. Un lugar remoto, inhóspito y bello a la vez, en el que los osos polares forman parte habitual del paisaje. Hacer mención a este recóndito rincón del mundo es una bonita forma de decirle a alguien que independientemente de las circunstancias y de dónde se encuentre vas a estar a su lado para lo que haga falta. No importan los lugares, importan las personas: cualquier ser querido por el que sentimos aprecio, cariño y devoción. A su lado para siempre, como La Habitación Roja, aunque sea en las remotas montañas de Svalbard.

La canción está inspirada en una suerte de relato que Jorge escribió a su esposa mientras estaba leyendo “Tiene que ser aquí” de Maggie O’Farrell:

Como la protagonista del libro de Maggie O’Farrell que estoy leyendo, tú también desapareciste misteriosamente de la esfera pública. Una carrera brillante, un futuro prometedor, y de repente un presente incierto…Tan incierto como yo. Tumbado en el sofá del salón, el cual resplandece a la luz del esquivo y tímido sol del invierno, asisto a la escena final de esta historia de amor que parece que se resiste a terminar. Cambia Irlanda por Noruega, cambia si quieres los motivos, pero tú también te desvaneciste en la niebla. Me he pasado media vida tratando de aceptar esta realidad caprichosa, descorazonadora en ocasiones, pero hoy hace un día radiante y todo parece posible.
Me reconfortan el amor y el cariño que desprenden las cosas cotidianas, las escenas domésticas en las que el frenesí del mundo se queda a las puertas de nuestro refugio y es sofocado por el calor del hogar y la ternura y la placidez con que los animales domésticos pacen despreocupados en la estancia.
Tinka yace adormecida sobre su almohada y la gata maúlla pidiéndome que le abra la puerta de la terraza. Me gusta esta escena, pienso mientras sonrió frunciendo el ceño ante la luz cegadora de este sol que siempre anhelo. Se escuchan ruidos en el garaje. Parece que ya has vuelto a casa. No es muy habitual que salgas, de hecho es bastante excepcional que lo hagas y lo celebro. Siempre mides tus esfuerzos. Yo ni siquiera sé medir mis palabras. En la distancia escucho cómo desembalas algunos paquetes. Debes de haber comprado algo. Sigo en el sofá agazapado leyendo esta historia que me tiene atrapado y ahora es la nuestra. Quiero quedarme aquí para siempre. Aquí significa donde tú estés… Sea en las remotas montañas de una isla de Svalbard o en este pequeño rincón de la costa oeste de Noruega. Ya hace tiempo que cancelé mis pasajes de vuelta. No pienso marcharme mañana, ni al otro, ni al otro… No pienso marcharme nunca más.

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